El Asado




Esta página intenta ser un humilde aporte al saber popular sobre el rito del asado, que por nuestras tierras, constituye una de las mayores tradiciones gastronómicas de nuestro pueblo, y a su vez, una excelente excusa para convocar a un encuentro social.

Muchos se preguntarán: "¿Qué dificultad puede haber en un asado?". Algunos creerán que tan solo con prender el carbón y tirar la carne sobre los hierros calientes, se consigue una buena parrillada. Pero permítannos disentir. No es tan fácil. Al asado hay que "darle el punto justo", hay que "tener mano". Es algo así como "el duende", "la magia", "el arte", "el sentimiento"… Es el esmerarse al máximo, para agasajar a un amigo. Son las "gotitas de esencia", que se atribuyen a quien hace gala de su maestría en cualquier arte u oficio.

Estamos hablando del sellado de las carnes, el primer golpe fuerte de calor para que forme esa costra que impida la salida de jugos; del alejamiento de las brasas, para evitar la rápida abrasión y conseguir un asado lento; del cuidado de la llama, para que no atente contra la superficie; del breve reposo de la carne tras la cocción, para que desarrolle al máximo su gusto.

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